«Muy pronto vamos a celebrar las fiestas patronales en tu honor y tú Barranquera, abandonarás tu «casa» para «venir» a estar junto a tu pueblo elegido, que ha sabido conservar intacta la fe que recibimos de nuestros antepasados»
Hoy no toca hablar de la historia de la milagrosa y venerada imagen de Nuestra Señora de Piedraescrita, ni de la historia del santuario. Hoy quiero expresarte, si soy capaz por la emoción que me embarga siempre que pronuncio tu nombre, ‘Barranquera’, la estrecha relación que hay entre TÚ y tu pueblo.
Espero que mi torpe pluma sea capaz de plasmar lo que quiere, siente y me dicta el corazón. Ese corazón que sigue latiendo gracias a tu intercesión, gracias a que «estuviste» a mi lado en forma de escapulario «enredada» entre tanto cable.
Hoy toca explicar esa simbiosis, ese vínculo de un pueblo con su Virgen, toca hablar de la fe que siente esta noble y leal villa hacia su patrona. Campanario y Piedraescrita, Piedraescrita y Campanario; son dos amores que se funden en uno sólo, que vuelan juntos; dos amores que nos dan paz, sosiego, esperanza, alegría, seguridad, confianza … Dos amores que se han transmitido de generación en generación durante siglos entre los campanarienses con profundas raíces marianas y que yo particularmente llevo muy dentro de mí.
Bendito el día en que «apareciste» en los Barrancos corazón de La Serena. Feliz el pastorcillo que tuvo tal dicha y que veloz corrió a contarle a las autoridades que había encontrado una Virgen bajo una «piedra-escrita». Y bienaventurados nosotros porque desde aquella fecha- a través del fruto bendito de tu vientre- no has dejado de derramar a raudales bendiciones sobre este pueblo que orgulloso proclama, que: «Más que tú sólo Dios, sólo Dios».
Artículo completo de Pedro Jesús Mora Romero para campanario.hoy.es.