Y el mes ha pasado y regresas a la ermita, ya comienza la marcha atrás para, dentro de un año, volver a tenerte cerquita.
Los corazones de los mayores desde el pueblo te seguirán rezando, les infundes energía cuando en la iglesia te están mirando; se les olvidan sus dolencias y se esfuerzan en su caminar, que grande eres Madre Santísima, cuánta fuerzas les das.
Y desde tu ermita mírales con fervor, cúbrelas con tu manto, no les abandones, por favor, que esto es una cadena, una cadena con mucho amor, tu las cubres, ellas nos cubrirán, todo se transmite por tu grandeza, por tu divinidad.
Gracias Barranquera, gracias de verdad, porque contigo pueden gozar, que no se callen sus corazones, que llenos del espíritu, se les oiga gritar, que seas la fuerza que en su día a día les de fuerza para, hacia adelante, mirar.